De la biopolítica o la represión política



 Si en el pasado hubo quien incluyó lo inmoral como enfermedad psiquiátrica – la homosexualidad, por ejemplo – no habrá de extrañarnos que en el presente quienes odian la libertad, incluyan el consumismo o el individualismo como idénticas afecciones – y causantes de otras patologías mucho peores: dígase la cisheteronormatividad tóxica del machismo, por poner un ejemplo.

De lo que se deduce que el cambio social será biopolítico: la patologización – ideológica – de conductas que no entren dentro del canon político – y moral – del populismo.

Mientras tanto seguirá habiendo el mismo porcentaje de suicidios, que eso es solo la pantalla -- la pringosa bondad política -- sobre la que construir el muro represor.