Paganismo



La adopción de medidas de hierro contra el cambio climático -- y contra la economía capitalista -- las basan los populistas en la mejora futura de nuestra vida. Quien de verdad sea pagano habrá -- por coherencia intelectual y moral -- de rechazarlas.

Otra cosa es que -- como vengo diciendo desde hace mucho tiempo -- nuestro paganismo sea de cartón piedra y puro teatrillo. En realidad esta sociedad es profundamente religiosa -- y por ese término me refiero a las religiones del Libro, las feroces religiosas monoteístas que amenazan con el infierno y la condenación eterna.

Tantos años de cristianismo, islamismo, nacionalismo o comunismo -- las dos variantes seculares del cristianismo -- han preparado a la sociedad para los sacrificios. Pero algunos sabemos que los sacrificios, una vez comenzados, ya no tienen fin. Todo va a peor y para la futura mejor se piden nuevos sacrificios. Recordemos Ucrania, Cuba, Venezuela, Palestina. La culpa -- nos dicen siempre -- es de los otros. No la culpa es del creyente que acepta la sumisión y el sacrificio.

Paganos hay muy poco pero nos sobran payasos disfrazados.