Para lo que no sirve un poema


 Aliyah Cotton nos dice para lo que no sirve un poema. No descubre nada nuevo pero, al menos, nos recuerda lo fundamental desde el silencio: un poema no sirve para guiar un grupo de personas como si fueran borregos.

La utilización pragmática de la poesía años atrás por la razón populista llevó a la poesía a su nadir, del que aún no ha salido, y quizás nunca lo haga, a pesar de que, por fortuna, la razón populista la ha abandonado al percatarse de lo inútil—lo gloriosamente inútil— de la poesía.