Una cuadra

 


Juan Benet decía que la historia de la literatura obliga a estudiarla en todos los siglos, incluso en los casos —frecuentes— en que en algún siglo no haya obras maestras. La historia de la literatura es la venganza de los mediocres, que así obtienen un puesto que realmente no merecen.

Junto con la historia de la literatura encontramos la idea de literatura nacional — organizada siempre en torno al criterio lingüístico: un autor pertenece a tal o cual literatura según la lengua en la que se exprese— e incluso con la que exprese el alma nacional (hasta ahora algo inexistente aunque invocado por legión). El autor ‘pertenece’ — como si fuera un mueble (aunque mucho de adorno sí que hay en el interés público por la literatura). 

Lo peor de todo es que casi no hay autores que rechacen tal inclusión — hay, incluso, quien habla de cuadras, y quién sabe si en algún momento hablarán de encaste.