Día internacional de la lengua materna


 

Ayer — dicen — fue el día de la lengua materna. Imagino a todos los heterodoxos del mundo amorrados a su lengua materna, dándole besitos y caricias: una performance global. "Contra el imperialismo de las lenguas opresoras" es un slogan que muy bien pudieron haber coreado, sin pararse a pensar que esas lenguas que ellos llaman opresoras son las lenguas maternas de millones de ciudadanos. Olvidan esto como olvidan las razones sociológicas por las que unas lenguas tienen una mayor fuerza. El narcisista activista siempre olvida todo lo que no le interesa; es un mecanismo de defensa muy simple pero que suele dar buenos resultados superficiales.

Yo ayer me puse en la acera de enfrente de los heterodoxos cariñosos — los que llevan entre algodones su lengua materna — y hablé en lenguas imperialistas (¡qué horror para las cándidas almas!). Pero lo hice por gusto, no por narcisismo, nunca he querido ser el heterodoxo de los heterodoxos. Es otro mecanismo simplón.