Píos deseos



 Si hace años en los primeros días de enero recordaba el poema de Jaime Gil de Biedma “Píos deseos para comenzar el año”, se debía a la ironía distanciada — con un cierto desengaño leve — que sostenía el,poema. Hoy, desengañado— y no de manera leve— la ironía me parece un juego retórico— necesario, sin duda, y en aquel entonces, higiénico— pero nada más. Juego, quizás, que trasluce impotencia— o desdén. No sé.

Así, solo queda felicitar diciendo “Feliz año idéntico” si no quiero utilizar algún título o frase de Rafael Sánchez Ferlosio.