Tiempos perdidos


 

Los tiempos perdidos de la vida -- esos tiempos que se pasan como un suspira y que pesan lo mismo que este -- son apropiados para dejar volar las ideas. Hay que liberarlas, viene a decirnos la expresión, y no puedo estar más de acuerdo. Al menos hay que quitarles los candados de la costumbre o de la posesión. Las ideas no son mías, aunque me hayan llegado a mí. Cualquiera puede tener unas idénticas a las mías. ¡Cuántas veces no me he sorprendido pensando lo mismo que algún filósofo de renombre! No tiene mérito, son solo las ideas volanderas.

Estas mañanas frías y cálidas las dejo volar. Es un tiempo propicio. No es que no tenga labores -- que las tengo, y son gustosas. Simplemente me agrada dejarme llevar -- o dejarme ir en busca de ideas,¡quién sabe! Se acerca el invierno -- esa estación yerma para Wallace Stevens -- pero en la luz fría de los perfiles aún encuentro momentos de gozo-- aunque a veces solos e presente una idea,  a lo mejor media.