Dos películas



 Hoy es un buen día para ver dos películas. Una es la utopía que resume el siglo XX, Metrópolis. La película resume las ensoñaciones futuristas de los dos totalitarismos del siglo.

La otra es una de las contestaciones más radicales a los totalitarismos. Sacrificio, de Andréi Tarkovski. También es una película difícil de ver, alejada de las banales películas que pasan hoy por crítica a los fascismos actuales, y que son solo vulgares grititos que, en el fondo, solo refuerzan una visión populista de la sociedad. Tarkovski en Sacrificio, rompe con toda complacencia hacia el espectador — complacencia que nunca tuvo muy presente en su obra — y se lanza hacia el final, presintiendo quizá que sería su última obra, maestra por cierto.

La fuerza del individuo, su espesor humano, su pasado y de las generaciones anteriores, la memoria viva de los desafueros pasados: sólo eso nos salva de los totalitarismos.