El sueño de la Historia



El ángel de la Historia se detuvo incapaz ya de seguir.  Una vez más miró hacia atrás. De las ruinas solo vio alzarse el polvo miserable de las falsas ilusiones. Se preguntó si no sería él un sueño equivocado de alguien o era él el que soñaba un hombre que soñaba con la destrucción sin sentido soñada por el ángel a su vez soñando a un hombre con las ilusiones destrozadas.

Atrapado en la impotencia de saber quién soñaba a quién entendió que era mejor no continuar hacia un futuro que ya solo existía como imagen especular de un pasado soñado.