Retorno



Retrocedemos – sin sensación de vértigo, acaso solo cansancio. El regreso a un punto del pasado que creímos ya vencido. Ni tragedia ni ironía ni comedia, solo dejadez y una banalidad inmensa, profunda: es el signo de los tiempos, lo que hemos cultivado – ¡ay, la cultura! – durante décadas.