Razones


Hace fresco en la mañana, por fortuna. La tarde será distinta – desarbolada, perdida bajo el calor de un verano más. Pienso en lo que es la vida y enumero las razones. Todas comienzan y acaban en la alegría de vivir. Después de escribirlas entiendo por qué los clérigos – los religiosos y los ateos – odian la vida: odian la alegría. La alegría es subjetiva – forja el carácter y lo hace a uno autónomo. Los sumisos son los pobres de espíritu –los que creen en el paraíso al doblar la esquina… o un poquito más lejos, por aquello de la sumisión continuada.


Antes de nada y después de todo: el optimismo; el que proporciona la vida y ataca a los cenizos. 

 

La vida como un don que adviene – sin pedirlo ni merecerlo. 

La vida como el momento de libertad – contra la necesidad.

La vida como realización del sinsentido – contra el economicismo.

La vida como azar – contra la finalidad finalidad.