De la superioridad del Pijoaparte como ente de imaginación literaria


Dicen que Juan Marsé ha muerto. Mientras haya un lector Marsé vivirá en sus libros. Con toda la ingeniería social que durante cuarenta años han aplicado los nacionalistas en Cataluña, el Pijoaparte permanecerá y toda la recua de políticos nacionalistas de hoy en día serán, en el mejor de los casos, una nota a pie de página en los libros de historia; nota, por cierto, rancia y polvorienta.

Marsé logró lo que ningún nacionalista catalán ha conseguido: crear una imagen de Barcelona perdurable. 

Sirva esto como apunte acerca de la imaginación y la realidad, y la política como debeladora de la imaginación… y de la realidad.