Triunfo


Observo – siempre desde lejos, siempre espectador – la batalla contra el racismo en EEUU. En realidad, una batalla contra las discriminaciones que ahora se ha convertido en la petrificación de las identidades. (Foucault advirtió – sin embargo – que la asunción total de una identidad es la muerte).

En EEUU el racismo tiene mucho de problema económico. Las batallas identitarias han eliminado esa zona oscura. 

La identidad – paradoja – aniquila los fundamentos de la izquierda. Ni El capital ni El manifiesto comunista son ya referencia para la lucha – ya no hay clases – y donde las hay están tapadas por las identidades. Permanece el impulso por someter al otro.