Pecados


Otro viaje en autobús con el fresco de la mañana. Ya ven dejando de ser transportes de aire y soledades. Aún apenas hay gente casi a cualquier hora. Desde la altura del asiento observo a la gente atareada en sus vidas. Llevan bolsas de compra de ropa. Las etiquetas las delatan. En nuestra época es todo ya casi solo una simple enumeración de marcas. Al nombre genérico lo han sustituido las marcas.  Uno ya no se compra unos zapatos, sino unas martens, unos pabloskys, unas adidas, al igual que se compra una cocacola o un colacao, una sanmiguel, o mahou si le van las bebidas más fuertes. La gente, con tanta bolsa parece que hubiera salido a salvar la economía – ¡Salvad al soldado Ryan!

En esas andamos en la privatización de los objetos y en la compra – compulsiva e innecesaria, nos recriminan los clérigos, que ya se han puesto manos a la tarea de hacer del placer por comprar una nueva enfermedad mental. Son clérigos – nada se puede esperar de ellos sino control y sumisión.