El relato


El tiempo se desliza sin control por la pendiente. Al final se embarranca y quedo sumido en una estasis temporal desde la que observo – sin demasiado entusiasmo ni preocupación – lo que me rodea: cada vez más brumoso. El mundo real no comparece ya. Todo es solo relato – flatus voci, que se decía de los universales filosóficos de la Edad Media. Todo se reduce a ganar el relato: a eso han reducido la política, esas son su innobles aspiraciones.