Vértigo
Dos meses de ayuno cinematográfico roto por Vértigo – una de las escasas películas que lo merecen. Alfred Hitchcock es – él solo – toda una filmografía: por su carrera dilatada, por su imaginación, por los guiones, la dirección – por todo.
Es normal que en tiempos miserables – los nuestros – donde el resentimiento es soberano – reina, deberíamos decir: el resentimiento nunca será republicano – Hitchcock sea un blanco preferente.
Psicosis, Vértigo, La ventana indiscreta, Los pájaros, … y podría seguir nombrando, entre otras algunas de su etapa londinense, películas en la frontera del cine mudo curiosamente no influidas por el expresionismo alemán sino por la narrativa dickensiana.
A Vértigo Eugenio Trías le dedicó un libro completo. El cine de Hitchcock – no recuerdo ahora si Trías lo argumentaba – es un cine de frontera: las escaleras del campanario, el tejadillo de la iglesia.
Un cine a la medida del hombre fronterizo de Trías -- un cine a nuestra medida.