Una promesa


Hoy – quién sabe por qué – es un día perezoso. El tiempo pasa con la lentitud de un domingo por la tarde, y la luz de la mañana entra con debilidad y desgana en la habitación. Hay un mundo entrevisto en ella, aún no realizado. Es, sin embargo, una promesa que no llegará a realizarse. Ni las fuerzas ni la situación son propicias. Será un día que pudo ser pero no fue. Como en tantas otras ocasiones.