Recomendaciones


Las recomendaciones literarias – o musicales o cinematográficas – ¿con qué fines se hacen? ¿Pretende el que recomienda algo que los demás – un demás abstracto y genérico: un lector (o melómano o cinéfilo) ideal? -- la ilustración de estos o pretende simplemente mostrar a la galería – al público de la plaza de toros de la cultura – su mucha cultura, su ingenio, su recóndita sabiduría?
A veces pienso que es solo exhibicionismo. Para que no lo fuera, uno debería recomendar contra sí mismo y, sobre todo, contra el lector ideal. Aunque esto último es ya tan frecuente – por miseria intelectual, no con afán de emulación y superación – que mejor acabar en la figura del pobre profesor ya viejo, a punto de jubilarse, a quien ningún alumno toma en serio pero él tiene en su interior, la sabiduría de la experiencia y la paciencia del desegaño.