Sentidos


Es la perseverancia de la vida: amanece todos los días simplemente porque un conjunto de leyes físicas mueve los cuerpos celestes. Es la repetición determinada de la vida: nada nuevo, nada original, nada – en suma – consciente.
En esa vida en la que la libertad no existe surge el caos azaroso de la libertad. Una persona contempla cada mañana el amanecer y le atribuye un sentido. Alguien observa el curso de un río, o la nueva camada de perros, o los brotes en los árboles – las yemas tiernas que anuncian ya la nueva vida – y recuerda el año anterior. Descubre el ciclo de la vida y recuerda los estragos del invierno. Piensa que en eso consiste la vida: en un ciclo de muerte y retorno. El eterno retorno, acompañado del amor fati. (Esto vendrá siglos más tarde).