Píldoras contra la enfermedad



El virus ataca sobre todo a los ancianos. Siempre quedará la duda de lo que habría hecho el gobierno de una sociedad más joven.

Cuando alguien tiene que utilizar la mentira para defenderse ha perdido ya todo. Sobre todo el respeto a sí mismo.

Esta epidemia señala el momento en que los intelectuales han llegado a la conclusión – ácida conclusión – de que la cultura vuelve a ser un adorno. 

El intelectual posmoderno ha muerto a manos de las redes sociales.  ¡Viva la Cultura!

Las identidades privatizan el espacio público. Los Derechos Humanos son un resto del pasado común.

La izquierda es la terrateniente de la hacienda de las identidades.