Otra estampa


En una ventana de un edificio maciza, casi rocoso, un hombre con el torso desnudo está asomado a la ventana. La blancura – un tanto enfermiza a pesar del rosáceo – contrasta – curiosamente – con el blanco recio de la fachada. Pasa así las horas – imagino que en un intento de lograr la síntesis de la vitamina D. 
Esta temporada las recomendaciones médicas las sigue todo el mundo. Es comprensible – incluso razonable, aunque no esté la situación exenta de cierta ridiculez pedante. Tuve que consultar cuál era la función de la vitamina D dentro del complejo metabolismo humano. Podrían haber recomendado que comiéramos atún, salmón, caballa, champiñones o leche. Han preferido recomendarnos que nos asomemos a la ventana. Casi convierten las fachadas en tendales de pálidos torsos humanos.