De mitos


Otro día más ante mí la inmensa extensión del gris aburrimiento. El calendario me avisa que mañana es el Día de la Tierra, como si eso significara algo. Una de las pocas cosas buenas que tiene la reclusión es la puesta en tela de juicio de toda creencia o, si no tanto, de las verdades con que nos pertrecha el saber popular. Eso sí, hay que tener espíritu inquisitivo, y lo que lleva abundando estos dos últimos lustros es el espíritu inquisitorial.
Es importante que no nos detengamos no sea que – inmersos en el aburrimiento – veamos la tramoya de nuestras vidas, los hilos que – desde el reverso – dejan ver el trazado invisible del patrón que luego forma el dibujo.
La Velocidad y el Futuro son dos de los grandes mitos de nuestra época. Se lo escuché – años ha – a Agustín García Calvo en una conferencia, cuando yo aún era joven y asistía a tales reuniones sociales – hoy traspasadas al mundo virtual, en el que malvivo aún más despistado que en la vida material.