Días extraños

Los primeros días de confinamiento son extraños, pienso ahora. Son días de una energía arrolladora, de planes que hago para las próximas semanas, de cuadernos que preparo dispuesto como estoy a escribir todo de todo. Quizás sea un modo de negarme a ver que lo que viene puede ser peor incluso de lo que yo pensaba (que era mucho). 
En previsión de lo que se nos avecinaba -- o quizás mejor decir, lo que se nos desmoronaba con nosotros debajo -- fui a la librería la semana pasada -- creo que el martes -- para hacer acopio de 'pasto para el pensamiento' como le gusta decir a mi cuñado. El librero, jocoso, me dijo que, precisamente yo no lo necesitaba. Quizás tenga razón pero me apetecía comprar algún libro más. Al final fueron los dos tomos de las obras filosóficas de Eugenio Trías publicadas por Galaxia Gutenberg y el difunto Círculo de Lectores.
De Eugenio Trías hablaré en otro momento. Quede ahora dicho mi asombro por su obra, y por la escasa relevancia que tiene en la universidad española.